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“Si la historia la hacen los pueblos...”

¿Cómo vivió Santa Fe la muerte de Eva Perón? Se levantaron altares en gremios y hogares; se realizaron misas y hasta se organizó una procesión para llevar simbólicamente sus restos a la CGT local. La cobertura de los diarios de Santa Fe, que describieron un estado de conmoción tal, que hasta El Litoral parecía peronista.

El desmejoramiento de la salud de Eva Perón fue motivo de rezos y misas también en Santa Fe. El 20 de julio, la CGT local dispuso que, en la Plaza 25 de Mayo, el padre Santiago Bonet rezara una misa que contó con numeroso público y la presencia del gobernador Luis Cárcamo, ministros, autoridades gremiales y militares. Luego, por altoparlantes, se retransmitió la misa que se había realizado en la plaza de Buenos Aires.

En los días siguientes, las noticias del deterioro en la salud de Eva se suceden, como los rezos en Santa Fe y en el país.

Pero la noticia no querida llega. Los santafesinos la conocen, primero, por un matutino, pese a la hora de su muerte. El Orden, desde su terraza en San Martín y Suipacha, hizo sonar sus sirenas, “llevando en su metálica voz, el llanto unánime de la ciudadanía santafesina, que admira y llora la partida de la Jefa Espiritual de la Nación”. Aquel sábado, tras oírlas, “los teléfonos tradujeron la ansiedad del público, que apenas enterado de la dolorosa nueva, ponía de relieve el pesar que embargaba a cada hombre, y a cada mujer que hablaba a nuestra casa”. Luego, esa misma noche, El Orden sacó a la calle una edición extra que llevaba en la tapa una clásica foto de Eva con rodete, y las pocas informaciones existentes hasta entonces, y en otra página, a manera de póster, otra fotografía de una Eva radiante.

Algunos días después, el matutino publicó una serie de fotografías que reconstruyen ese momento. El propio director, Fernando Estrada, puso en marcha la rotativa. En los talleres, el campeón mundial de natación Pedro Candioti examinaba uno de los primeros ejemplares de la edición extra, mientras los canillitas esperaban al pie de la máquina llevando crespones negros.

El Litoral relató al día siguiente que poco después de conocerse la noticia, la gente de los barrios comenzó a fluir hacia el centro, para agolparse en las pizarras de los diarios. “Las salas de espectáculos que habían iniciado sus funciones, paralizaron de inmediato sus actividades y clausuraron sus puertas. Los bares y confiterías cerraron y prácticamente la ciudad presentaba las características de los días de paro general en que únicamente funcionan los servicios públicos fundamentales”.



En tanto, el titular de la Delegación Regional de la CGT José Pérez recibía a los dirigentes de todos los sindicatos. Alrededor de las 22, todo el edificio estaba colmado de gente, incluso de “mujeres humildes, acompañadas muchas de ellas por sus hijos, sollozando”. Poco después, se realizó una sesión extraordinaria, dándose a conocer una declaración, que fue leída por Pérez “con expresiones entrecortadas por la emoción y en un ambiente de gran recogimiento”.


La CGT decretó un paro en señal de duelo; los trabajadores de El Litoral se adhirieron a él. Destacó el propio diario que gráficos, periodistas y administrativos afiliados a sus respectivos gremios habían hecho un alto en sus tareas por 15 minutos para homenajear a Eva Perón. “Estos paros de carácter simbólico, porque así lo exigen las tareas periodísticas que se intensifican al máximo en estos días para llevar al público una amplia y detallada información sobre la trascendental repercusión que ha tenido en el país y el extranjero el deceso de la esposa del primer magistrado se repetirán a la misma hora mañana y el martes como ofrenda y tributo del personal de El Litoral y la dirección de esta casa a la eminente mujer que acaba de desaparecer rodeada del cariño del pueblo”.



Mientras duraron las exequias, en Santa Fe hubo manifestaciones de pesar frente a fotografías de Eva Perón en toda la ciudad. Esto y lo que sucedía en Buenos Aires y el resto del país, motivó que incluso El Litoral (diario que jamás pudo tildarse de peronista aunque durante los gobiernos de Perón tampoco fue tan antiperonista como antes o después, sino, apenas “tímido”), reflexionara:


La historia dirá su certera palabra sobre Eva Perón, sus obras y sus declaraciones. Ratificará, sin duda, las opiniones expresadas en la triste ocasión de su muerte o sea que fue mujer de temple excepcional, trabajadora hasta el sacrificio heroico en favor de sus ideales, amante de su pueblo, hondamente caritativa y orgullosa del sentido que dio a su vida.

Decididamente más popular y peronista, El Orden publicó:


La amargura más profunda brota del alma de la argentinidad que ella redimiera con su vida, quemada día a día, en beneficio del pueblo. El llanto brota en todas las gargantas. El dolor oprime todos los corazones. Las lágrimas empañan todas las pupilas. Y un silencio, que es amor y veneración santa se hace en torno de su recuerdo inmortal y magnífico. (…)

En todos los hogares argentinos, hay un llanto hondo y emocionado. Ha muerto EVA PERÓN. En todas las manos, hay un desfallecimiento que nace en los corazones. Ha muerto EVA PERÓN. En todos los pechos, vibra un estremecimiento imposible de traducir. Ha muerto EVA PERÓN. En el cielo se nota algo extraño, en la tierra, inmensa de la patria redimida, sopla un viento de angustia. Ha muerto EVA PERÓN!!!

Rompan las vestiduras diosas tutelares, acallen las cuerdas de las liras, lloren con llanto amargo, opriman los corazones y brote el silencio augusto de la reverencia, ante su partida que tiene destellos de inmortalidad suprema. (…)

El 10 de agosto, cuando los restos de Eva Perón fueron trasladados a la CGT en Buenos Aires, la ciudad de Santa Fe replicó la ceremonia.

Al mediodía, comenzó a concentrarse el pueblo de Santa Fe en el Foro Presidente Perón, frente a la Legislatura. A las 14, comenzó el oficio religioso.

En todas las calles cercanas a la Explanada del Foro Presidente Perón a lo largo de las calles General López, 4 de enero, Urquiza, hasta San Martín, se ubicaron trabajadores y funcionarios.

Luego del responso se organizó la columna encabezada por una cureña conduciendo un retrato de Eva Perón que fue llevada por secretarios de distintos sindicatos y presididos por las autoridades provinciales, de la CGT, del Partido Peronista Masculino y Femenino y delegaciones de los gremios y luego el público, que El Orden calculó en 60.000 personas. 


La manifestación tomó por calle General López y a su paso frente a la Delegación local del Ministerio de Trabajo y Previsión se detuvo para asistir al responso oficiado por el Presbítero Santiago Bonet, en el altar que allí se había levantado. Enseguida la columna reanudó su marcha hasta llegar a calle San Martín, entre Juan de Garay y lo que entonces era calle Rosario (hoy, Lisandro de la Torre), donde se encontraba la sede de la Delegación Regional de la CGT. Allí esperaban más trabajadores, hombres, mujeres, niños y ancianos. En el altar que se había levantado, un gran crucifijo fue depositado junto a la imagen y el Arzobispo Monseñor Nicolás Fasolino ofició un responso. Se rezó luego el rosario, que finalizó exactamente a las 20.25.

El diario El Orden publicó durante varios días distintos panegíricos sobre Eva, su obra y el dolor del pueblo. Sin embargo, me quedo con estas palabras, impresas en El Litoral:


Si la historia la hacen los pueblos con sus esfuerzos, sus luchas, acciones heroicas y hasta con sus angustias y desesperanzas, la etapa cumplida por Eva Perón, que es también para su honra y orgullo mujer del pueblo, es un capítulo vívido de nuestra historia. Con sus ideas, su acción intensa sin pausa y sin tregua, es protagonista principal de un período en nuestra vida nacional, que lleva el signo del acceso definitivo de las masas trabajadoras a la conducción y dirección del país a través del pleno reconocimiento de sus derechos inalienables. Porque como eje principal de un poderoso movimiento social trabajó incansablemente por construir un mundo mejor; porque fue esperanza y realidad para los sectores más humildes, el pueblo conmovido en sus fibras más íntimas la venera en estas jornadas de duelo nacional y le rinde el tributo de su admiración que es en síntesis un juramento de su lealtad insobornable hacia quien, como Eva Perón, supo sentirlo e interpretarlo en sus anhelos e inquietudes.

Ojalá, a 59 años de estas palabras, a algunos les dé un poco de vergüenza renegar de los sentimientos del pueblo.

Editoriales de los diarios El Orden y El Litoral


Dos editoriales

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